Réquiem

Strewnpackedcinderwhateverlight / Make Haste, Slowly / Color Time (Elizabeth Block, 2003-2004)

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Las películas de Elizabeth Block, como las de la británica Tacita Dean, parecen concebidas como elegías anticipadas por la desaparición del revelado fotoquímico –ese proceso nacido de la tecnología del siglo XIX que hoy empieza a parecer tan pasado de moda como las experiencias de los alquimistas. Desde Niepce, Daguerre y Nadar los ingeniosos humanos consiguieron apresar, en sus redes de haluros de plata, la luz impalpable.

Como señala Block en los textos de presentación de sus obras, su sucesora, la película digital, ofrece un acabado más tosco, como si correspondiera a una etapa anterior en el desarrollo evolutivo. Si la fotografía analógica tiene carácter sintético, la tecnología digital imita sus resultados a través de un proceso analítico, y supone un paso adicional en la pérdida del aura asociada a la reproducción mecánica: la copia cero es ya propiamente un fantasma. Debido a la desaparición del soporte material, la filmación pierde riesgo y, en el proceso de edición, se pierde el equilibrio entre trabajo intelectual y manual. ¿Será el fin de ese «pensar con las manos» que mencionaba Godard?

Ver digitalizadas estas películas podrá parecer un contrasentido a los puristas, pero Elizabeth Block no está entre ellos.

Strewn-1

La primera pieza que pudo verse en la sesión que cineinfinito dedicó a la cineasta, Strewnpackedcinerwhateverlight, contempla las diferencias en la calidad de la luz registrada a través de distintos soportes (película de 16 mm, película o vídeo digital refotografiados en 16 mm y con distintas manipulaciones). Podría decirse que no adapta una novela de Faulkner, sino su título: luz de agosto. En ella no hay presencia humana directa, salvo la sombra de la cineasta que empuña la cámara; los demás protagonistas son: árboles, un camino, césped, hierbas y cielo. Las citas de la novela evocan un lenguaje anterior a la gramática, en el que las palabras se unen como si fueran cristales de nieve o partículas de ferralla movidas por un campo magnético invisible –y también una experiencia iniciática, la pérdida de una inocencia.

Cree la memoria antes de que el conocimiento recuerde. Cree se acuerda durante más tiempo aún del que conoce el asombro.

Strewnpackedcinderwhateverlight (2003)

Ya aquí se advierte la voluntad de abstracción, de separar las imágenes y las palabras (que no son un comentario de aquellas). Estos principios continúan en la siguiente película, Make Haste, Slowly, en la que el texto, un extracto de flujo de conciencia, aparece rotulado a mano en la película, integrado en su propia textura, y enfrentado a las imágenes en una especie de contrapunto.

Make-Haste-Slowly-2

La última película de la sesión, Color Time, nos recuerda que toda reproducción es en realidad una interpretación: el color cambia con el etalonaje, igual que el recuerdo de nuestras percepciones lo hace con el tiempo. Las imágenes del dosel de hojas contra el cielo hacen pensar en las viejas películas de cineastas olvidados como Dulac, Kirsanoff, Machatý; en la inocencia del cine recién descubierto, de la mirada que se lanza hacia las cosas sin el cinturón de seguridad de los conceptos. La presencia humana vuelve a estar implícita en el cuerpo invisible que sostiene la cámara, a través de sus giros y barridos: más que un ojo que contempla el mundo como algo exterior, distante, objetivo.

Color_Time_2

Las películas de Elizabeth Block pertenecen al género lírico (con una poética integradora de imágenes, sonido y palabra escrita). Implican, de forma tácita, una filosofía de la percepción que no da por sentada la separación radical de sujeto y objeto. Demuestran un amor no fetichista por la película diapositiva –la cual puede aún remitir a su significado etimológico: una piel muy fina, quizá la nueva piel que recubre y restaura las heridas. Desde ese amor, parecen parafrasear, como advertencia para el cine y sus artífices, las palabras de Dylan Thomas:

Do not go gentle into that good night.
Rage, rage against the dying of the light.

[No penetres tranquilo en esa buena noche.
Enfréntate con rabia a la muerte de la luz.]


Las imágenes proceden de cineinfinito.org

2 comentarios en “Réquiem

  1. jadsmpa79

    Como en casos anteriores, solo puede lamentarse la práctica invisibilidad de estas películas, que a estas alturas parecen condenadas a circular de forma tan restringida como las de Dulac o Kirsanoff (para colmo, sin su leyenda). Siempre he creído que hay un elemento transfigurador en la naturaleza del cine: tiene que ver con su materialidad, con los procesos fotográficos, con las impresiones y la luz. No puede decirse que haya sido inexplorado; se hacía ya al principio y por fortuna también hoy, cuando el lenguaje cinematográfico ha perdido lozanía y repite sin cesar los viejos esquemas.

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    1. elpastordelapolvorosa Autor

      El aspecto material del cine, y también de la fotografía, resulta muy fascinante; damos el nombre de película al soporte y a la obra, como si esta estuviera ligada a aquel a través de la magia contaminante que está en el origen de la metonimia.
      Pero hay que recordar que precisamente la digitalización permite hacer un poco menos invisibles estas películas y darles una nueva vida (aunque sea muy recluida y alejada de los grandes focos de atención).

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